El enigma de Rusia impacta en Navarra
Artículo opinión: Juan Miguel Sucunza, Presidente de la Confederación Empresarial Navarra
De la noche a la mañana las previsiones económicas para 2022 han dejado de ser válidas. Hemos pasado de prever un crecimiento alto y sostenido a un escenario más sombrío que se irá aclarando en función de la intensidad y el tiempo que dure la invasión de Rusia sobre Ucrania. Y es que ya varias empresas navarras nos están informando de que empiezan a encontrarse en una situación muy crítica, anunciando paradas en la producción e incluso, en algunos casos, planteando el cese y cierre de la actividad. El grado de incertidumbre actual se ha intensificado y, para las empresas, es mucho más profundo que lo vivido en los dos últimos años porque el ataque ruso añade nuevos elementos de tensión y riesgos a una situación muy dañada en la que la economía en Europa no se recupera al ritmo esperado. Las heridas se reabren en un contexto de alta inflación, (en febrero, el IPC fue del 7,6% interanual, siendo la tasa más alta en 35 años) y escasez de materias primas, sobre todo para la agricultura, la industria agroalimentaria, la electrointensiva y el transporte.
Desde el pasado 24 de febrero, fecha en la que Vladimir Putin, profesional en la generación de desinformación y desestabilización de Europa, emprendió un ataque a gran escala contra varias ciudades ucranianas, asistimos perplejos al trágico drama humanitario, a la barbarie y al sinsentido de una acción bélica en el viejo continente. Por contextualizar, los datos de Naciones Unidas del pasado viernes apuntaban a más de 2,3 millones de ucranianos refugiados, 549 fallecidos y cerca del millar de personas heridas y ya se han producido bombardeos indiscriminados, incluso, contra hospitales infantiles. Como dijo Winston Churchill en 1939, Rusia es “un acertijo, envuelto en un misterio dentro de un enigma”. Ante esta situación, han surgido multitud de acciones loables de carácter solidario por parte de empresas, organizaciones y ciudadanos que están ayudando con el envío de materiales y fondos.
También, se ha escuchado la respuesta de un Occidente unido que ha puesto en marcha sanciones muy duras contra Rusia, anteriormente nunca adoptadas, como, por ejemplo, medidas para su aislamiento de los mercados financieros (en el caso del SWIFT haciendo retroceder a Rusia al siglo pasado), limitación de las exportaciones, cierre de los espacios aéreos y la prohibición de adquirir gas y petróleo ruso por parte de EEUU y Reino Unido. Los países de la Unión Europea, en su conjunto, se han mantenido algo distantes en esta materia debido a su alta dependencia del gas ruso, un 40% del que consumen procede de Rusia. Afortunadamente, España, menos dependiente, podría jugar un papel clave en la UE para romper con esta situación de dependencia por varias razones: por un lado, por las infraestructuras de las que dispone, siendo el país de la UE con mayor capacidad para desgasificar el gas natural licuado y, por otro, debido a su posición geoestratégica para su recepción y distribución.
El impacto de la invasión es incuestionable en todos los ámbitos. Mucho dolor y sufrimiento a los que se suma el temor por el parón y frenazo económico que derivará en la paralización de inversiones y en un mayor desempleo. Las sanciones europeas continuarán y se irán incrementando hasta que el último soldado ruso salga de Ucrania. Es nuestra obligación como países y Unión Europea, pero en España, el gobierno tiene que aportar soluciones locales para que nuestro tejido empresarial no se deteriore.
En este marco, desde la Confederación Empresarial Navarra (CEN) planteamos posibles acciones para abordar este escenario repleto de incógnitas. En el ámbito estatal, se debieran articular medidas para proteger a las empresas del alto coste de la energía. Las industrias, sobre todo, del metal y las empresas electrointensivas, en general, están alertando del precio inasumible de la electricidad. Por ello, en el corto plazo, deben plantearse acciones como la ampliación del espectro de aplicación del mecanismo RED, y otras, más de índole coyuntural, como las dirigidas a la reducción de los impuestos de los carburantes porque, por ejemplo, el transporte de mercancías ya presenta riesgo de colapso por un gasóleo desbocado. Estos días el precio de los combustibles ha superado ya los 2€/litro en varios puntos. Tenemos que tener muy claro que, conforme se incrementa el coste de los carburantes, el Estado recauda más en impuestos y aumenta la recaudación por esta vía. Y mientras, el bolsillo del ciudadano se resiente.
Con la vista puesta en el futuro, se precisa urgentemente la reforma del mercado marginalista eléctrico, la aceleración de las infraestructuras de interconexión eléctricas y de gas entre España y Europa y la instalación de más potencia de renovables con objeto de ser más autosuficientes. Pero para ello, la Administración tiene que ser ágil, rigurosa y facilitadora en la tramitación de los proyectos.
Por otro lado, en estos momentos tan inciertos, consideramos necesario un Pacto de Estado para las cuestiones más acuciantes de la situación actual. Como medida, abogamos por algún tipo de pacto de rentas entre los sindicatos mayoritarios y los empresarios que nos dote de estabilidad social y laboral mientras dure este escenario.
En el ámbito regional, creemos necesaria la moderación del gasto y el apoyo con paquetes de estímulos y ayudas a las empresas navarras. Y, por último, consideramos fundamental seguir fortaleciendo el diálogo entre los agentes sociales y económicos para alcanzar acuerdos en pro de minimizar los efectos de la guerra.
Publicado en Diario de Navarra el 13 de marzo de 2022.