Agricultura: prevención de riesgos biológicos. Parte II

Medidas preventivas específicas:

 En tareas de siembra y manipulación de la tierra se indican las siguientes medidas preventivas:
Realizar controles periódicos de la calidad de la tierra de cultivo.
Evitar el contacto con heces y orines de animales silvestres.
Extremar la higiene individual y el lavado de las ropas de trabajo.
Desinfección inmediata en caso de lesiones y vendaje de pequeños cortes y abrasiones en la piel.
Vacunación cuando sea necesario (tétanos, rabia).
Limitar o evitar el acceso de animales a los campos de cultivo.
Establecer las precauciones oportunas en zonas endémicas con riesgo de picaduras de garrapata:
No aplastarlas sobre la piel.
Usar bandas ajustadas en tobillos y muñecas con repelente de insectos.
Usar Equipos de Protección Individual (EPIs) como guantes, ropa de trabajo con mangas y botas para evitar mordeduras o contactos indeseados y para la manipulación directa de la tierra.
No beber, comer o fumar durante la manipulación de la tierra y hasta que no se hayan lavado las manos y los brazos con abundante agua.

 

 En tareas de abonado de la tierra se indican las siguientes medidas preventivas:
Gestión adecuada del estiércol y purines.
Utilizar abonos orgánicos debidamente tratados siempre que sea posible.
Leer atentamente las instrucciones del fabricante acerca del uso, almacenaje y manipulación del abono a emplear.
En caso de fabricar el abono orgánico, realizar el proceso con un procedimiento apropiadamente establecido y utilizando los medios adecuados.
Controlar el abono resultante en caso de fabricación.
Evitar, en la medida de lo posible, la manipulación o contacto directo del abono.
Durante la manipulación de los abonos, utilizar botas y guantes de goma y ropa que no deje descubiertas partes del cuerpo.
No fumar, beber o comer mientras se realizan tareas de manipulación o aplicación de abonos.
Al finalizar, el trabajador debe lavarse, o mejor ducharse, con abundante agua.

 

En tareas de riego de la tierra se indican las siguientes medidas preventivas:
Evitar la utilización de aguas residuales siempre que sea posible.
Tratar y desinfectar las aguas residuales antes de su utilización.
Controlar periódicamente el agua de riego y llevar a cabo una adecuada evaluación de los riesgos inherentes.
Nunca beber del agua de riego a no ser que se tenga constancia de que es potable.
Eliminar o reducir la exposición o contacto con aguas residuales mediante la utilización de guantes, botas impermeables y ropa de protección.

 

En tareas de recolección, transporte y almacenaje se indican las siguientes medidas preventivas:
Los locales han de construirse de forma que permitan una limpieza rápida y total, un buen mantenimiento y una adecuada ventilación.
El almacenamiento se llevará a cabo en condiciones relativamente secas para prevenir el enmohecimiento (humedad relativa inferior al 70%) y a una temperatura por debajo de los 5ºC.
Evitar que la humedad del suelo llegue al producto.
En operaciones de humidificación o rociado, mediante la utilización de humidificadores, utilizar sólo agua con garantía de calidad microbiológica.
La instalación de aire acondicionado junto con la planta de humidificación, se mantendrá en perfecto estado de limpieza, evitando que el agua se condense en sus conductos.
Eliminar y destruir todo residuo infectado que pueda contaminar el producto recién introducido.
Realizar mediciones del nivel de polvo en los almacenes.
Control de roedores, garrapatas, ácaros e insectos.
Mantener el grano limpio. Remover y limpiar el grano.
Apilar los sacos adecuadamente para facilitar la limpieza del suelo, la inspección del producto y permitir la ventilación de las pilas de sacos.
Reparar las grietas de las paredes y orificios de las puertas y techos que puedan ser fuentes de plagas.
No mezclar el grano nuevo con el viejo y fumigar el material viejo que haya de mantenerse.
Limpiar las estructuras de almacenamiento, eliminando todo indicio de grano derramado, polvo, etc.
Adoptar medidas generales de control en la generación de polvo.
Usar Equipos de Protección Individual (EPIs) apropiados durante la recolección, como por ejemplo: ropa de trabajo que cubra todo el cuerpo, guantes, botas de protección y gorra, para evitar cortes, pinchazos, picaduras, reacciones alérgicas o contactos indeseados.
Curar y proteger inmediatamente cualquier herida que pudiera producirse.
Utilizar mascarilla (autofiltrante P3) en zonas de almacenamiento y trasiego de cereales, así como gafas de protección.
Mantener una buena higiene personal, lavándose a menudo las manos.

 

En tareas de control biológico de plagas se indican las siguientes medidas preventivas:
Seguir estrictamente las instrucciones del fabricante para cada preparado.
Extremar las precauciones adoptadas en caso de aplicación en invernaderos.
Evitar la presencia de terceras personas en el momento de la aplicación.
Comunicar de inmediato a las autoridades competentes cualquier anomalía en los cultivos sospechosa de ser consecuencia del control biológico de plagas.

Fuente:

– Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, www.insht.es.