CEN y AEDIPE Navarra analizan los retos de la negociación colectiva ante la transformación industrial
De hecho, la digitalización es un fenómeno que afecta no solo a las empresas, sino a la sociedad en general. “Existe una concienciación de que estamos viviendo una revolución disruptiva, un proceso de transformación industrial, empresarial y social”, aseguró el secretario general de la Asociación Navarra de Empresarios del Metal (AMEN), José Manuel Ayesa Villar, durante su intervención en la jornada.
El experto en relaciones laborales advirtió, además, los efectos que esta revolución va a traer en el empleo. Por ejemplo, según la Universidad de Oxford, el 47% de los trabajadores en Estados Unidos corren el “grave riesgo” de que sus puestos de trabajo sean reemplazados por la automatización. Por otra parte, la consultora Roland Berger asegura en un estudio que, para 2035, se perderán 8,3 millones debido a esta transformación… si bien se crearán más de diez millones de puestos por la misma causa.
“Este es un fenómeno que va a afectar a todos los sectores de actividad”, aseguró Ayesa, si bien “no a todos en la misma medida”. Por ejemplo, el secretario general de ANEM se refirió a sectores que no se verán tan afectados, como es el relativo a los servicios de asistencia y atención a mayores, con un importante componente humano, y a otros que, en cambio, cuyo impacto será más fuerte: sector energético, financiero…
Asimismo, la transformación digital también revolucionará el escenario de las relaciones laborales. Por tanto, “la negociación colectiva necesitará herramientas flexibles y adaptables”, subrayó Ayesa. Por ejemplo, en aspectos tales como la amplificación de la externalización y la subcontratación. “El concepto de trabajo se va a caracterizar por fenómenos tales como la dispersión geográfica del trabajador, ya que un gran volumen de trabajadores no va a estar en un centro físico de la empresa, sino en distintos puntos y con absoluta movilidad”.
De la negociación colectiva a la colectividad de la negociación
La jornada también contó con una mesa de expertos que aportaron sus perspectivas a este análisis. Por ejemplo, intervino el director de Recursos Humanos en MIASA, Javier Remírez, que se refirió al cambio de modelo que se ha producido, en los últimos años, en la negociación colectiva del sector industrial. “Antes, la realidad era una negociación única con la representación legal de los trabajadores y ahora hemos pasado a una colectividad de negociación”, en la que hay que negociar con distintos colectivos, stakeholders e incluso con personas individuales.
Además, “la negociación colectiva ya no solo se basa en los aspectos de retribución y jornada”, sino que surgen nuevas necesidades, “como el equilibrio de la vida laboral y personal o el fomento de los hábitos saludables”. En esto también coincidió la directora de Desarrollo de Personas de idifarma, Muskilda Pascualena, que señaló que “los trabajadores ya no solo buscan mejor salario y jornada, también persiguen sentimiento de pertenencia y un desarrollo personal en la empresa”.
Pascualena también apuntó el hecho de que, en Alemania, “ya hay ocho robots físicos por cada mil trabajadores, y, sin embargo, allí no se ha reducido el empleo de manera sustancial, gracias a que la transformación se ha abordado con previsión desde la negociación colectiva”. En la mesa de expertos, intervino asimismo el director de Recursos Humanos en Caja Rural de Navarra, Fernando Campos, que se refirió a la importancia de la formación de los trabajadores para adaptarse a esta transformación. “Hay que destacar el desarrollo y el valor añadido que aportan estos instrumentos a la empresa y a las personas que forman parte de la misma”.