"Las mejores empresas del siglo XXI serán las que tengan mejor capital humano"
En la charla, Sagardoy se refirió al escenario laboral actual, marcado por la globalización de las relaciones económicas y financieras. Según él, muchos juristas advierten de que “no es el Estado el que controla al mercado, sino que es este el que coarta la libertad al Estado”, aludiendo, por ejemplo, a cómo las agencias de calificación pueden condicionar, con sus decisiones, la situación financiera de los países.
Dicho esto, el catedrático señaló que “una globalización sostenible debe ir acompañada por una globalización de los derechos laborales”. Ante este escenario, surge el debate sobre quién debe predominar: el mundo económico o el del derecho laboral. Según Sagardoy, no debe caerse en la confrontación entre las dos visiones: “es un error darle un enfoque de enfrentamiento, en vez de entendimiento”.
Medidas para que la empresa sea competitiva y generadora de empleo
El presidente de honor de Sagardoy Abogados advirtió de que “las exigencias económicas no deben pasar siempre por decisiones de reducción de plantilla”. Al contrario, “deben tomarse medidas globales y de conjunto para que la empresa sea competitiva y generadora de empleo”. En el presente siglo XXI, “las mejores empresas serán aquellas que tengan más y mejor capital humano, con personal integrado, motivado y, por supuesto, estable”.
En este sentido, Sagardoy reconoció que las empresas deben contar con una legislación que contemple “mecanismos que, ante una situación de crisis, eviten los despidos”. Es decir, con medidas que favorezcan la flexibilidad interna. Tradicionalmente, “en España, la flexibilidad se ha resuelto con despidos”, en vez de facilitarse otras medidas como la modificación de jornada, salario o funciones.
“Frecuentemente, se ha preferido antes ir a un ERE que a una reducción de salarios”, apuntó el abogado. Este también consideró que la reforma laboral de 2012 sí introdujo mecanismos de flexibilidad, pero que, sin embargo, ha fracaso en su intento de reducir la temporalidad y la dualidad del mercado laboral.
Fomento de políticas activas de empleo
“El empleo libre y digno es uno de los grandes logros de la economía de mercado, pero el desempleo es su reverso más negativo”. Este fue otro de los mensajes trasladados por Sagardoy, que recordó que, “si no hay empleo, el propio sistema comenzará a cuestionarse gravemente”. Así, y frente al elevado índice de paro, el catedrático consideró que “es preciso volcarse en políticas activas de empleo”, poniendo “mucho énfasis en la formación”.
“Para los gobiernos, el derecho del trabajo es garantía de estabilidad”, señaló el experto, que también apuntó que “las empresas necesitan de seguridad jurídica (normas claras) y de medidas de flexibilidad que hagan calculable el riesgo que asumen”.
El encuentro se cerró con un coloquio entre los asistentes. Esta jornada se enmarca en el ciclo jornadas para directivos de CEN, con la financiación del Servicio Navarro de Empleo.