Decálogo para una economía competitiva
Artículo de opinión de Juan Miguel Sucunza, presidente de la Confederación Empresarial Navarra.
La cita electoral se acerca y, con ello, las promesas políticas inundan nuestro día a día con el objetivo de captar el mayor número de votantes. Y en este contexto, es fundamental escuchar la voz de los empresarios navarros, máximos conocedores de la economía real, la que nos afecta en nuestra vida cotidiana con cuestiones tan importantes como el empleo, los salarios, los costes, el IPC, la escasez de suministros, las incertidumbres financieras y los impuestos, por citar algunos aspectos que nos atañen directamente.
El crecimiento de la economía navarra, medida por el PIB por habitante, ha sido en los últimos años menor que el de la media española y que el de otras Comunidades Autónomas como Madrid, Aragón o el País Vasco. También, ha sido inferior al de la Unión Europea en su conjunto y al de otros países de mayor tamaño, como Alemania o, más pequeños, como Irlanda, República Checa o Eslovenia. Lamentablemente, ha cambiado la tendencia.
Esto nos obliga a reconocer la necesidad de emprender una serie de acciones que aceleren nuestro crecimiento económico en los próximos años. Porque no podemos obviar que el nivel de desarrollo y bienestar de un territorio depende de su capacidad para generar proyectos empresariales que progresen en un entorno competitivo.
De ahí, nuestras recomendaciones en forma de decálogo para el impulso y la consecución de una economía competitiva y social dirigidas al nuevo Gobierno resultante de las próximas elecciones:
Industria: es indiscutible el peso del sector industrial en el PIB navarro. Contamos con un potente motor que debemos cuidar y apoyar con un Plan específico, ambicioso y concreto para la recuperación del crecimiento. Debe perdurar en el tiempo, más allá de una legislatura, y ser elaborado y consensuado con la Confederación Empresarial Navarra y los sindicatos más representativos.
Red de Infraestructuras: los proyectos estratégicos no terminan de ponerse en funcionamiento. Los plazos se siguen dilatando en el tiempo, la inversión es muy tímida y la voluntad, a menudo, flaquea. Navarra no puede quedar al margen de los principales corredores ferroviarios o ahogar su tierra sin agua. Falta un Plan de Infraestructuras y un compromiso verdadero. Las infraestructuras impactan de lleno en las decisiones empresariales por lo que las empresas necesitan conocer los plazos de finalización del TAP y del Canal de Navarra. Además, es fundamental realizar un profundo análisis prospectivo sobre la problemática del agua y definir un Plan plurianual. Por otra parte, la escasa conectividad aérea sigue siendo una de nuestras debilidades por lo que hay que intensificar esfuerzos para ampliar frecuencias y destinos, como estamos impulsando desde CEN.
Fiscalidad: pese a nuestra autonomía, la competitividad fiscal de Navarra se ha deteriorado en los últimos años. La fiscalidad es clave para el desarrollo: tiene que estimular la actividad económica, impulsar la creación de empleo y una mayor generación de impuestos por un crecimiento de las bases imponibles. A menudo me pregunto, ¿por qué vamos empeorando nuestra fiscalidad, año tras año, respecto a la del País Vasco?
Pymes: nuestro tejido empresarial está conformado mayoritariamente por pymes y profesionales autónomos. Operan como fuerza tractora de nuestra economía, pero necesitan apoyo para crecer. Además, requieren ayudas en un marco normativo más sencillo.
Talento: la dificultad para incorporar nuevos perfiles debe tratarse como máxima prioridad para el crecimiento de las empresas y de la sociedad. Hay que impulsar y fortalecer la cultura emprendedora desde las aulas, trabajando en coordinación con un ecosistema compuesto por Formación, Empleo, Universidades, FP Dual y Empresas. En ese marco, es fundamental estructurar un Plan de Formación Integral con la colaboración y apoyo de las empresas, tanto en su definición como en su desarrollo.
Turismo y Cultura: definir un Plan de Turismo y Cultura, tal y como estamos desarrollando actualmente, Gobierno de Navarra y CEN para la gastronomía, además de aprovechar internacionalmente el Camino de Santiago para promocionar la marca Navarra.
Innovación: Navarra debe liderar ser territorio innovador y de empresa y, para ello, hay que avanzar en el cambio tecnológico y digital. En los últimos cuatro años se han hecho importantes esfuerzos, pero hay que continuar concretándolos.
Diálogo Social: este instrumento, clave para el crecimiento de Navarra, ha demostrado ser muy eficaz como mecanismo de participación y de construcción de políticas comunes para la mejora global de la sociedad por lo que resulta fundamental continuar apoyándolo desde la presidencia del Gobierno. De la misma forma, el Plan de Empleo, en su estructura actual, seguirá siendo necesario para avanzar en políticas laborales, económicas y sociales.
Sostenibilidad: sin actividad y sin empleo, no hay sostenibilidad posible. El crecimiento debe ser sostenible y perdurar en el tiempo. El desarrollo requiere de un enfoque integral que tome en consideración las preocupaciones ambientales junto con el desarrollo social y económico por lo que se debe ayudar a las empresas a avanzar en una transición ordenada de nuestro modelo productivo.
Natalidad: se precisan medidas fiscales, y de apoyo directo, para el fomento de la natalidad. La carencia de jóvenes que sustituyan a la población en edad de jubilación conlleva importantes consecuencias negativas tanto de orden social como económico.
Navarra merece recuperar su posición estratégica en liderazgo empresarial y actividad económica. Esperamos que estas recomendaciones se adopten por el próximo Gobierno y logremos, así, una economía más competitiva.
Nota. Este artículo ha sido publicado por Diario de Navarra el 14 de mayo de 2023.